Pariendo amaneceres

Submitted bytortilla onLun, 14/09/2020 - 17:50

Pariendo amaneceres

 

Nosotros lo que parimos días saludamos a nuestro cielo azul y blanco

porque para parir los amaneceres se necesita un largo trabajo de parto

y eso lo sabe el cielo y él que lo puso sobre nosotros.

Parir la noche es cuestión de cerrar los ojos,

negarse a si mismo y negarle al otro la dulzura de la calma.

 

Ellos los que paren las noches saludan a la ignominia

porque hace falta deshonrar al otro y uno mismo para ser oscuridad perpetua.

Y ahí, y así se quedan

con los ojos cerrados, tragando amarguras

y procurando escupir en la vida de los otros

para infectar de odio y desencanto,

viéndose al espejo, hablándose a sí mismos,

no hay verdad, ni razón en su existencia, son minúsculos, casi inexistentes.

 

Cuando la noche cae

y los hijos de la ignominia abren su boca,

nuestros cuerpos descansan, descalzados, procurando días…

 

Se sabe que al sueño no lo perturba la nada, cuando se tiene al todo.

Cuando la noche cae,

inicia la labor de parto de los que amamos los días,

vigilando la noche con nuestro rojo y negro

para parir amaneceres, benditos, en azul – blanco y azul.

 

Jeremy Cerna

14.09.2020 (Berlín, Alemania)