Nicaragua acompaña en Italia los 100 años de la Revolución rusa

Submitted bytortilla onLun, 13/11/2017 - 15:24

Consejo de Comunicación y Ciudadanía, 13 de noviembre 2017

El legado de los cien 100 años de la Revolución rusa y de las revoluciones en el mundo , han sido recordados  en Roma durante tres días de debates, encuentros internacionales, conciertos y exposiciones fotográficas.

Un evento organizado por el Grupo Patria Socialista, acompañado por las Embajadas de Nicaragua, Venezuela Cuba, Palestina, Filipinas, Osetia del Sur y Sri Lanka,  quienes llevaron como invitados especiales el saludo de sus pueblos, recordando sus procesos revolucionarios.

La delegación nicaragüense enalteció el legado de la revolución popular sandinista quien “Aún hoy  se consolida, crece, sigue triunfando en las urnas, demostrando que es posible una alternativa humana de desarrollo,  contra el capitalismo neoliberal y  contra la arrogancia de quien busca manipular los procesos de cambio que estamos viviendo”

Señalando la importancia de la Revolución de Octubre,  como fuente de inspiración de los  procesos  político y sociales  de transformaciones y recordando las razones y los principios que animaron y animan hoy las estrechas relaciones entre nuestros pueblos.

A continuación discurso integro:

Buenas tardes a todos queridos compañeros y compañeras

Deseo llevarles el saludo del pueblo de Nicaragua, del Presidente Daniel y de la Vice Presidente Cra Rosario y agradecer la invitación del Grupo Patria Socialista a conmemorar juntos un evento histórico,  que ha sido el momento más alto de la lucha de las clases trabajadoras y génesis de los procesos revolucionarios de la segunda mitad del siglo XX: en particular la Revolución Cubana y la Revolución Popular Sandinista.

Las imágenes y recuerdos del asalto al palacio de invierno de Petrogrado que los bolcheviques protagonizaron la noche del 24 al 25 de octubre, han sido el punto de partida por un cambio radical en el pensamiento político mundial, capaz de sacudir las consciencias, aumentando el horizonte de luchas, expectativas e ilusiones de partidos políticos y de la clase obrera.

Hace 100 años atrás, con la Revolución de Octubre, el mundo entero entró en una nueva fase, desencadenando un proceso revolucionario a escala mundial. Líderes como Fidel Castro y Mao Tse-Tung, inspirados al ejemplo soviético, guiaron los procesos revolucionarios que habrían supuesto un  drástico cambio en la historia de los pueblos cubanos y chino.

La toma del poder por los soviets de Petrogrado y el Comité Revolucionario fue un acontecimiento que dio forma a las aspiraciones políticas de varias generaciones. A pesar de haber sido una revolución propiamente rusa, dio voz a las reivindicaciones de los derechos sociales del proletariado campesino mundial, asignándoles un rol de centralidad política, desconocido hasta aquel momento.

En Latinoamérica la Revolución rusa ha sido fuente de inspiración, admiración, estimulo e influencia a la lucha por un cambio radical de nuestras sociedades. Mariòtegui, Sandino, Fidel, Velasco, Salvador Allende y más recientemente Hugo Chávez, han sido ejemplos de lucha por el ideal de una sociedad más ecua, en el que todos seres humanos puedan sentirse libres económica, política y socialmente.

En este sentido, América Latina sigue siendo un continente revolucionario. La experiencia de los Países del ALBA, representa hoy la posibilidad de una alternativa al mundo capitalista, de transformar la impotencia secular en prospectiva política.

En Nicaragua, no obstante el diferente contexto político, sociológico, geográfico de la Rusia del 1917, la Revolución Popular Sandinista se ha acercado a las grandes líneas del esquema estratégico de la Revolución de Octubre. Como en Rusia, el ímpetu del proceso de auto organización nicaragüense de los años 70, derivó del desmantelamiento de un aparato de Estado militar-burocrático, de un sistema represivo y dictatorial. Dando paso a un cambio radical de la sociedad nicaragüense, concretado en la reforma agraria y campaña nacional de alfabetización

Una revolución que hizo eco a aquellas legítimas aspiraciones de paz y justicia social, anheladas por un pueblo prisionero de una era de represión interna, sostenida moralmente y materialmente por los Estados Unidos, implacable frente de frente a cada reivindicación de democracia y afirmación de la soberanía nacional.

Aún hoy  la Revolución Popular Sandinista se consolida, crece, sigue triunfando en las urnas, demostrando, no obstante los intentos de desestabilización, que es posible una alternativa humana de desarrollo contra el capitalismo neoliberal, contra la arrogancia de quien busca manipular los procesos de cambio que estamos viviendo, imponiendo sus modelos políticos, económicos y mediáticos.

Seguimos en la batalla ideológica contra un orden internacional que seguimos considerando injusto y por un América Latina que sea,  una vez y por siempre, territorio de una comunidad libre, independiente, soberana.

Hoy recurren cien años de aquel octubre de 1917 que cambió el destino de Rusia y del mundo entero. Nicaragua a 38 años de su revolución ininterrumpida, saluda con inmenso cariño y reconocimiento una historia gloriosa y confirma, con una estrecha relación con la nueva Rusia, las razones y los principios que animaron y animan la idea de solidaridad, amistad y colaboración entre los pueblos, aferrados a los mismos ideales de libertad, paz y progreso.