De Tiananmen a Nicaragua - las mismas mentiras, el mismo resultado

Submitted bytortilla onJue, 06/06/2019 - 12:33

Stephen Sefton, 6 de junio de 2019

Hay una crisis. Las y los manifestantes apoyados por los Estados Unidos exigen libertad y derechos humanos. Se enfrentan a un gobierno socialista popular y exitoso. Ocupan espacios públicos, de manera falsa y exigente entablan un estéril diálogo con las autoridades. Rechazan las solicitudes de desmantelar pacíficamente sus protestas. Finalmente atacan y asesinan a las fuerzas de seguridad antes de verse obligados a dispersarse. Varios cientos de personas murieron, entre ellas un gran número de miembros de las fuerzas de seguridad, además de transeúntes. Pero los medios de comunicación internacionales informan de masacres y arrestos masivos de personas inocentes, que nunca ocurrieron.

La descripción es apropiada para casi todos los intentos de cambio de régimen por  Estados Unidos, desde el intento de 1989 contra China, varios intentos contra Irán hasta Venezuela y Nicaragua, entre otros. El patrón es siempre el mismo.

Notas para el 30 Aniversario del Incidente de TianAnMen resume de manera muy buena la realidad de lo que pasó hace 30 años en la Plaza de Tiananmen en Beijing. El artículo incluye fotos de vehículos blindados quemados, atacados por manifestantes, de los cuerpos quemados de personal de las fuerzas de seguridad que murieron cuando, en su momento, desarmados, intentaron persuadir a los manifestantes para que se dispersaran. Ese fenómeno es una constante en los esfuerzos de cambio de régimen promovidos por los Estados Unidos. Se ha dado en China, Ucrania, Venezuela y Nicaragua. Una y otra vez, se ve una feroz violencia sádica contra las fuerzas de seguridad que tratan de defender y mantener el orden público  y sin embargo se denuncia su actuar en los medios internacionales como represión de unas "protestas pacíficas".


oficial de policía asesinado y quemado por "manifestantes estudiantiles pacíficas"
- Beijing 1989

Otras características comunes a todas las violentas ofensivas de parte de los Estados Unidos para lograr un cambio de régimen son:

  •     la financiación de parte de las ONGs estadounidenses,
  •     el uso de políticos locales ambiciosos y descontentos,
  •     la manipulación de grupos de trabajadores urbanos y/o rurales,
  •     la explotación de estudiantes entrenados e indoctrinados,
  •     saturación de los medios de comunicación disponibles con propaganda antigubernamental,
  •     la proliferación de eslóganes en inglés para la atención de los medios de comunicación internacionales,
  •     cínicos y falsos informes sobre cuestiones de derechos humanos.


El fracaso del intento de cambio de régimen de los Estados Unidos en China permitió a las autoridades de ese país desarrollar su revolución socialista, erradicar la pobreza, promover un desarrollo económico sin precedentes y convertirse en la economía más exitosa del mundo. Cada vez más, China está eclipsando a Occidente tanto cultural como tecnológicamente. Por eso motivo las autoridades de los  Estados Unidos están aplicando sanciones contra China.

Hasta el momento Cuba, Nicaragua y Venezuela también han derrotado los intentos estadounidenses de cambio de régimen. Ahora, como Cuba y Venezuela, Nicaragua también es víctima de las sádicas sanciones estadounidenses que atacan su economía. Sin embargo, el gobierno Sandinista del Presidente Ortega ha demostrado que es capaz no sólo de derrotar el violento fallido intento de golpe de estado de 2018, sino de reconstruir la economía a pesar del daño provocado por el fallido intento de golpe y las sanciones estadounidenses aplicadas hasta la fecha.

Al igual que ha ocurrido en los casos de la Federación Rusa, China, Irán, Cuba y Venezuela, las sanciones estadounidenses diseñadas para destruir sus economías han obligado a estos países a reestructurar sus economías para hacer frente a los desafíos impuestos para hacerles daño y atacar a sus poblaciones. Puede que no esté claro si otros países tendrán tanto éxito como Rusia. Pero el patrón es claro. Al final, las mentiras malévolas de los EE.UU. y sus aliados producirán el resultado opuesto de lo que quieren.

China ya lo demostró en 1989. Ahora el declive estadounidense y la desesperación de sus élites frente al nuevo mundo multipolar hacen que lo que logró China hace treinta años, está al alcance de otros países también.