Carlos Fonseca Amador: Padre de la dialéctica Sandinista

Submitted bytortilla onMar, 26/11/2019 - 18:04

Jeremy Cerna, 27 de noviembre 2019

La figura del Comandante en Jefe de la Revolución Popular Sandinista Carlos Fonseca Amador nos sitúa en el plano científico-revolucionario. Es indudable que Carlos Fonseca representa la síntesis y cohesión discursiva, empírica, pragmática y metodológica del quehacer revolucionario en Nicaragua. Para entender estas aseveraciones se debe partir de la axioma mismo del discurso científico, es decir, la dialéctica (proceso de transformación del razonamiento en el que la tesis y la antítesis se enfrentan para generar un estado superior o síntesis).
 

Dicho de otra manera, el entendimiento de las realidades sociales que procuran la generación de consciencia colectiva que se encuentra condicionada por su contexto o realidad histórica. Esto fue entendido por Carlos Fonseca y fue canalizado y reproducido a viva voz, a través de pancartas, comunicados radiales y todos los medios a disposición de los revolucionarios Sandinistas con el objetivo de generar consciencia de clase entre las masas empobrecidas, tras largos siglos de esclavitud.

 

El discurso del comandante en jefe nunca dejó por fuera el contenido cultural-ideológico, puesto que él consideraba la tradición de rebeldía como un elemento esencial en la lucha por la liberación y así lo estableció en el “Comunicado Hora Cero (1969)”:

Los cambios pacíficos entre los distintos bandos de las clases dominantes, […], en Nicaragua no han tenido lugar. Esa experiencia tradicional predispone al pueblo de Nicaragua […] a favor de la lucha armada. No hay duda, pues, que el pueblo de Nicaragua cuenta con una rica tradición de rebeldía.

Es indudable que esta percepción político-cultural no se encuentra aislada de las otras áreas del conocimiento, puesto que en el mismo “Comunicado Hora Cero”, se hace una narrativa histórica de las intervenciones norteamericanas en suelo nicaragüense desde 1821 (año de nuestra independencia de la corana española), postulando de esta manera la lucha antiimperialista y en contra del poscolonialismo del General Sandino. Lucha que fue retomada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional – FSLN desde su fundación en 1961. Al respecto, Thierry Derrone al ser entrevistado por GiorgioTrucchi (“Carlos Fonseca pertenece al pueblo nicaragüense y a Latinoamérica entera", 2011) menciona:

En este sentido, Carlos (Fonseca) reivindicó el capital de la historia. Un capital que es del pueblo, porque son los pueblos que hacen la historia. Carlos en toda su vida ha demostrado que, si no sintetizamos todas las experiencias históricas, no vamos a poder avanzar.

En sus diversas disertaciones el Comandante en Jefe demostró su capacidad de reflexión espacial del contexto nicaragüense. De forma puntual se puede aseverar que, teniendo pleno conocimiento de las teorías marxistas europeas, realiza una ruptura o mejor dicho un enriquecimiento epistémico (parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y métodos del conocimiento humano.) al incluir en su discurso teórico-práctico al campesinado como parte integral del movimiento revolucionario. El campesino, el estudiante, el obrero y aun al pequeño burgués conformando al proletariado sin distinción de ningún tipo. Consecuentemente todos estos elementos nombrados habrían de integrarse a la organización político-militar para engrosar las filas de la guerrilla del FSLN, la cual generó en 1979 una revolución socialista, antiimperialista con sus propios matices y su propia dialéctica revolucionaria, no imitativa, sino contextualizada.

La síntesis como un proceso deconstructivo

 

Por consiguiente, la Nicaragua revolucionaria tiene su propia dialéctica e identidad, esa fusión de fervor religioso con el revolucionario, esa amalgama entre el arte y las balas, el obrero y el campesino. Toda esta síntesis de desconstrucción teórica del marxismo tradicional fusionado con “El pensamiento vivo de Sandino”, la poesía antiimperialista de Rubén Darío y la gestas de los héroes y mártires (Cacique Diriangén, Benjamín Zeledón, Arlen Siu, etc.). Este proceso epistémico en la conformación de los postulados científicos del Sandinismo no debe ser entendido como estático, ni como una simple oposición binaria entre dos vertientes, sino como el resultado de diferentes momentos, textos y contextos, que pudiesen ser adecuados a las diferentes etapas de la revolución sin perder su esencia.

Las reflexiones formuladas por el Comandante Carlos Fonseca establecieron como instrumento científico a El Programa Histórico del FSLN (1969), reflejó de la realidad social de Nicaragua durante la dictadura somocista y la exposición de los postulados fundamentales que guiarían al pueblo al triunfo de la revolución y posteriores etapas del proceso revolucionario. Este programa contempla la ruptura de las viejas concepciones del camino revolucionario y se constituye como un instrumento de lucha del proletariado, el cual reconoció en cada punto pragmático las posibilidades de materializar sus reivindicaciones históricas negadas por el poder opresor. (Programa Histórico del FSLN, 1984)

Las dimensiones que El programa Histórico adquiere desde el punto de vista teórico-práctico es horizontalidad en la toma de decisiones, verticalidad en la ejecución de estas y transversalidad en las relaciones que se establecen para lograr correlación entre los diferentes puntos programáticos. También se puede conceptualizar como una espiral de conocimiento ascendente, es decir, que las experiencias que se adquieren en la práctica se adhieren a la teoría, y la teoría misma se pone de manifiesto en la práctica para reformularse. Es en esencia es un instrumento científico deconstructivo capaz de superarse a sí mismo manteniendo su vigencia en el espacio-tiempo. Alguno de los puntos que contempla el Programa Histórico son: La revolución agraria, La revolución en la cultura y la enseñanza, Emancipación de la mujer, Respeto a las creencias religiosas, etc. Cada punto se encuentra debidamente explicado y fue / es objeto de riguroso análisis desde la perspectivas científico-contextual.

Vigencia del Programa Histórico

Es relevante mencionar que este instrumento revolucionario sigue actual hasta nuestros días y está siendo en todo momento puesto en práctica y revalidado gracias al gobierno revolucionario del FSLN. De igual forma es imperante mencionar que la continuidad de este proyecto científico-revolucionario (Cristiano, Socialista y Solidario), sintetizado por el Comandante Carlos Fonseca, sigue vigente gracias al liderazgo efectivo del Comandante Daniel y la Compañera Rosario Murillo, los cuales siguen haciendo aportes significativos a la teoría y práctica revolucionaria del FSLN, siempre en beneficio del proletariado.

Jeremy Cerna

27 noviembre 2019 (Berlín, Alemania)