Edwin N. Montes, 20 de julio 2021
ROSTROS EN REVOLUCIÓN
Y llegó el histórico 19, y entonces "el amanecer había dejado de ser una tentación", y no eran miles sino millones de almas con rostro de pueblo, haciendo de cada casa, barrio, parque, distrito o municipio, una plaza, una estación.
Y en ese instante, sus rostros olvidaron que tenían nombre, y sus nombres adquirieron el referente de hermano de lucha, compañero.
Y aquél 19 era una caravana con rostro de pueblo humilde, halagüeño, y trabajador. Pueblo con rostro de mujer de sueños y esperanzas, luchadora y emprendedora, rostro de artesano, del campesino, ganadero y agricultor, rostro del indígena que por siglos había sido acallado y olvidado; una revolución con rostros de niño, de generaciones, de edades (de niño a joven, y de un joven a adulto y anciano).
En cada 19 descubres que los rostros hablan mejor que la expresión de mil palabras constante y sonantes, y son esos rostros el motor de la revolución, y evidencia concreta de los logros y conquistas sociales.
¡Pero qué va entender de convicciones, bailes, sonrisas y cánticos sociales que acompañan cada 19, un burgués, desclasado o mercader de voluntades, si nunca han conocido por sí mismo el verdadero rostro de la revolución, si en su canto sólo abunda la mofa y el llamado a la miseria, exclusión y la traición! Si no eres de los de abajo, de los nuestros, jamás comprenderás esos rostros con los que nunca te has identificado ni relacionado y que siempre la oligarquía ha despreciado.