Yorlis Luna, 16 de octubre 2021
De las balas a las flores: la vida y lucha de don Mercedes

Muchos no entienden la economía social de Nicaragua. Es que esta es una economía que va de la mano con la historia y la vida de la gente, la lucha por la sobrevivencia y la búsqueda de un mundo mejor. Hoy quisiera contar la historia de don Mercedes Baltodano, un veterano de guerra que es el reflejo vivo de la fuerza, creatividad y el talento del pueblo.
La guerra con los contras le quitó su pie pero nada le pudo quitar el coraje para salir adelante, de soldado pasó a guarda de seguridad de un vivero y ahora gracias a la tierra entregada y restituida no solo tiene su propia casa sino que él impulsa en su propio emprendimiento el trabajo familiar y la belleza en el paisaje de la comunidad. Su visión, trabajo incesante y motivación ha logrado crear un espacio productivo para alimentar a su familia y que es ejemplo de cómo avanza la economía social en nuestra Nicaragua.
Conocí a don Mercedes en medio de las flores, los colores brillantes de diferentes flores como lirios, mariposas y begonias se mezclaban con el olor de las plantas medicinales de su vivero. Todo el área se refrescaba con el aire fresco que susurraba y chiflaba detrás de las barreras vivas de chaguites. Las mariposas amarillas y rojas con negras revoloteaban por todo el área como preludio de esperanza. Para llegar al área de mirador, el hizo más de 20 arcos de flores que te llevan a una fantástica vista del volcán Masaya y toda la cuarta región. Cada detalle dentro de la finca, vivero y mirador está hecho con mucha creatividad, trabajo, dedicación y amor.

En el primer instante es una persona arisca, casi no habla, su mirada es una mezcla de rudeza y dulzura pero cuando cuenta algo sobre las plantas el rostro se le ilumina “a las plantas al que buscarle el gusto me dice”, “yo vendo las plantas a precios accesibles, solidarios, para que todos tengan”. Él tiene la picardía típica del campesino nicaragüense y su corazón es un libro abierto, lleno de lecciones para la vida.
Don Mercedes trabaja con su esposa y dos hijos. Después de varias visitas, don Mercedes quiso contarme más de su historia. Mientras me cuenta, va con sus manos atizando un fuego para que el humo controle los zancudos, va llenando bolsas de tierra y sembrando café en las mismas.
¿Don Mercedes cuénteme cuando se integró al frente Sandinista?
Toda mi familia es sandinista, tengo otro hermano que perdió su pie, solo en mi familia habemos cuatro lisiados de guerra. Yo ya no soy liceado de guerra, yo soy más bien un veterano de guerra, yo me integré a la lucha y frente sandinista a los 12 años, en mi comunidad en 1978 participé en la guerra de liberación, luego del triunfo de la revolución me integro a una escuela de entrenamiento que se llamaba Hilario Sanchez Vázquez, en 1984 me voy de voluntario en el servicio militar patriótico y forme parte de un Batallón de lucha irregular que se llamaba BLI Germán Pomares, participe en operativos en Honduras, salí ileso ahí y luego en un combate de 10 minutos en el cerro el toro me pegaron, me destruyeron el pie, mis compañeros caminaron varios días conmigo a tuto y mi pie se gangrenado y estuve hospitalizado tres meses...y ahora defendí la revolución de la guerra que nos hicieron en el 2018.
Sabe yo estoy viejo pero estaba en contra de todas las barbaridades que hicieron, me llene de coraje cuando comenzaron a matar policías, cuando mataron a Castillo, que era el presidente de los retirados del ejército en la zona...matan al hijo como él reclamó a los días apareció muerto en un basurero. Entonces eso me dolió mucho, aquí lo que se hizo en el 2018 fueron barbaridades, saquearon, quemaron, desbarataron las calles, nos desbarataron la economía...todo mire como aún bajo las limitaciones el comandante mandó a reconstruir todo. Si lo vuelven a hacer, nos vamos a defender porque aquí no se va permitir que nos quiten la paz ni lo que ha costado tanto.
Ellos no lograron la economía porque la gente tiene como trabajar.
¿Cómo era la vida antes y cómo es ahora?
Mire a mi no me da pena decir yo no sabía leer ni escribir era soldado y no sabía, a mi me enseño el ejército a leer y escribir, cuando el comandante perdió las elecciones en los 90 a nosotros los veteranos de guerra nos abandonaron, nos congelaron la pensión, no teníamos atención médica, yo andaba posando con mi familia toda la vida, trabajaba como guarda de seguridad.
Ahora esta tierra yo nunca me lo espere, le doy gracias a Dios primero, luego al comandante y a la cra. Rosario, son los únicos que se han preocupado por restituir los derechos...aquí nadie se ha preocupado por el pueblo solo ellos. Mire a la gente cómo le ayudan bonos productivos de cerdos, gallinas, vacas, casas, planes techos,...eso nunca se había visto, fíjese antes yo caminaba alquilando y los dueños de casas si no les pagabas te echaban la ropa y los trastes a la calle ahora no...
¿Cómo fue la idea de este vivero tan hermoso?
La tierra nos la dió el estado, al que estaba aquí no le gusto el lugar, me dijó que no servía y yo le dije no hombre, no maldigas la tierra, la tierra se bendice y yo comencé, le metí broza de frijol, estiércol, hicimos barreras vivas, hoy donde está el mirador se nota como hemos trabajado. Hay gente que no le miraba la belleza a este lugar, pero yo sí, antes que nos dieran el título de propiedad nos reubicaron y organizaron varias veces, yo en cada lugar que estuve sembré frutales, conserve el suelo,hice pilas para guardar el agua. Ahora aquí, ahí vamos poco a poco, la visión es seguir creciendo y no parar de trabajar.
Comenzamos con 10 plantas, luego 100 y así hemos ido poco a poco, yo trabaje en un vivero y así yo me fijaba cómo era...yo no sabía cosas de acodo, semillero, pero hemos aprendido. Miré cómo dividimos el trabajo, no hace mucho venimos de rozar para sembrar frijol, ahí están las camisas embebidas de sudor….ya ahorita el sol está alto y para no perder el tiempo nos ponemos a reembolsar café pero si nosotros dijéramos ya no hicimos nada, así nos quedamos sin hacer nada. El comandante Daniel ha dado ha mucha gente para prosperar, hay que labrar la tierra, tenemos que trabajar la tierra, tenemos que poner nuestros planes en las manos del señor para prosperar.
¿Qué le diría a los más jóvenes en Nicaragua?
En Nicaragua la paz, por Guatemala y todos esos países se oyen cosas terribles aquí no, porque por la policía, aquí nosotros vivimos bien, tenemos paz para trabajar.
¿Qué le diría a la gente de afuera del país?
Lo que dicen de Nicaragua no es cierto, imagínese que ahora lo de las vacunas lo han politizado y andan diciéndole a la gente de los barrios que no se vacunen porque el comandante anda buscando cómo matar a la gente...imagínese usted, si esas vacunas el país las compra, es preocupación del estado que la gente esté protegida..siempre las mentiras, aquí no es cierto lo que dicen de Nicaragua, hay que venir aquí para ver. Aquí el Comandante está preocupado por la gente, por los productores, buscando como reducir la pobreza, para mí vamos bien.
Además, de tener el hermoso vivero y mirador, don mercedes avanza en la producción agroecológica. “Mientras el señor me de vida, la idea es crecer, bendecir la tierra, ahorita vamos a injertar aguacate..yo me preocupe por que la producción sea saludable, reducir los químicos imagínese si nosotros aplicamos insecticidas que estamos haciendo dañamos el medio ambiente, no aplicamos aquí químicos porque daña la tierra, ahora no dejamos al descubierta la tierra para que no se erosione porque sino la tierra queda solo cadáver...es que a la tierra le pasa como a nosotros que nos vayamos al mar y nos quitemos la ropa, nos quemamos...así es la tierra tiene que estar cubierta. La tierra hay que trabajarla y así prosperamos”