Winnie Narváez y Yorlis Luna, 2 de noviembre 2021

Disculpas a John Heartfield:-
"Quien lee Facebook, Twitter e Instagram se vuelve ciego y sordo"
El fascismo es un modelo que no murió con el fin de la Segunda Guerra Mundial sino que sigue vivo causando dolor y sufrimiento en el mundo entero. Las premisas fascista eran crear cercos mediáticos, silenciar al enemigo, achacarle los errores propios y si eso no funcionaba, su estrategia de manipulación era repetir una mentira mil veces hasta que la gente se la creyera. Hoy en el mundo de los medios internacionales de comunicación se sigue usando esa estrategia, repitiendo falcedades sobre Nicaragua.
Yo experimenté el intento de golpe de estado en Nicaragua en el año 2018 en Europa, específicamente en Bélgica. Desde allá poco se comprendía lo que estaba pasando, la cobertura mediática era completamente parcial contra el gobierno de Nicaragua. Mi única referencia de que algo parecía extraño era la combinación: movimientos feministas-iglesia católica- empresa privada y personas que yo había conocido en mi paso por colegios privados de Nicaragua hasta entonces completamente indiferentes. Todos/as gritando consignas que solo se identificaban con la revolución popular sandinista como: “que se rinda tu madre”.
Con el transcurso del tiempo varios cabos fueron atados acerca de ese episodio: Que había un guión en el que Estados Unidos venía invirtiendo hace años, que el uso de símbolos es una manera de resignificar un hecho para eliminarlo del imaginario colectivo (en este caso, el sandinismo), que los muertos sandinistas fueron sumados en sus listas, que la verdad del horror que vivieron los barrios y comunidades nunca fueron nombrados y que la mayoría de consecuencias económicas de ese hecho lo sufrieron trabajadores por cuenta propia y campesinos. Por su puesto, para los empresarios fue “un riesgo necesario pasar”. Sin embargo, para la inmensa mayoría del pueblo tuvo que hacer de todo para no perder la producción, el trabajo, la salud, todo. El pueblo asumió riesgos y sufrió “la Guerra” a como se le llama en las calles. Sin duda el intento de golpe de estado de 2018 en Nicaragua fue la tragedia contemporánea de nuestro pueblo.
Hoy, a pesar de que se han decretado leyes que harían más dificil que se repita un hecho tan horrible como ese, habiendo apresado a muchos representantes de la oposición que actuaron como mediadores financieros del hecho, Estados Unidos pretende una vez más desestabilizar la paz de Nicaragua a través de la guerra mediática. A las 6:30 de la mañana desperté con la noticia de que varias cuentas de twitter de amigos/as habían sido canceladas, entonces entré a la mía, retwittee una denuncia a dicho hecho y de inmediato mi cuenta desapareció, me asusté y esperé un rato, a los minutos mi cuenta estaba recuperada. Sin embargo, más de mil cuentas fueron canceladas por completo. Incluyendo la del diario nicaraguense barricada y otras páginas que comunican los avances diarios en el país.
A medio día empezó a viralizarse el reporte oficial de facebook justificando el cierre de cuentas, atribuyendola a robots y cuentas falsas. Posteriormente se viralizó un comunicado de Ben Nimmo justificando dicha “operación” por ser una supuesta red controlada por el gobierno. Pero ¿Quién es Ben Nimmo? Ex agente de la OTAN, agente de inteligencia de facebook (ahora Meta). Dos horas después el diario comercio.pe uno de los diarios fascistas de Perú publicaba la noticia con la misma narrativa de Nimmo.
Las/os sandinistas aprendemos la leer con mirada crítica la historia y la realidad, pero más allá de eso, no somos solamente un partido, somos un movimiento social, diverso y que se mueve por sí solo. Esa complejidad se les escapa de las manos. Intentan boicotear nuestro proceso electoral, ya legitimado por dos millones de personas que en agosto participamos de la verificación ciudadana. Mienten sin escrúpulos, dicen que son bots y laboratorios controlados por el gobierno. No importa lo que digan, cierren las cuentas y las abriremos otra vez porque Nicaragua tiene gente que la ame y va seguir resistiendo la arremetida imperialista, fascista, golpista y vende patria.