Jorge Capelán, Nicaragua Solidarity Campaign, 21 de febrero 2022

Hace muchos años tuvo que irse de Nicaragua porque el neoliberalismo no le ofrecía perspectivas de sobrevivencia. En el extranjero aprendió un oficio como artesano. Hace seis años regresó por las mismas razones que lo hicieron dejar su país para descubrir que hoy, a diferencia de los otros países en los que ha vivido, en su tierra natal “el Gobierno sí apoya al artesano”.
Entrevistamos a Luis Chávez Delgadillo en el mercado de artesanías que organiza el Ministerio de Economía Familiar, Cooperativa, Comunitaria y Asociativa (Mefcca) en el centro la ciudad de León al igual que en muchos otros municipios a lo largo y ancho del país.
“Soy originario de aquí de León. Yo trabajo en marroquinería, hago bolsas, carteras, carteras de mano, billeteras... Lo particular de mi trabajo es que trabajo a mano, no utilizo maquinaria, con materiales que se fabrican aquí en León, en Masaya o en Granada, que a veces nos surten de materiales”, explica Luis Chávez.
El artesano cuenta que tiene aproximadamente 20 años de dedicarse a la marroquinería. Dice que estuvo en México estuve un tiempo, y también en Guatemala, pero tiene unos 6 años de haberse reestablecido en Nicaragua.
Dice que en Nicaragua “tenemos esa gran ventaja, de que el Mefcca nos apoya a nosotros para las ventas y en capacitaciones, y eso es bueno, es formidable, porque en otras ciudades en las que he estado, en otros países, el Gobierno no apoya al artesano”.
Agrega que en otros países “el artesano es relegado como un vendedor ambulante y no les importa mucho. Aquí lo que he visto de las cosas buenas, que es excepcional, es que se apoya a la gente que realmente necesita. Nosotros no somos empresarios ni cosa por el estilo. Estamos emprendiendo, estamos viendo cómo se forma una empresa y seguir progresando”.
Desde el año 2018 Nicaragua ha venido enfrentando un período bastante difícil con el derrotado golpe de ese año, los huracanes del 2019 y la pandemia del coronavirus en 2020 y 2021 pero ve con optimismo el futuro. “Confiando en Dios y en los funcionarios que están al frente de esto, esperemos que mejore”, dice.
Sobre el restablecimiento de las relaciones con China y los recientes acuerdos firmados por Nicaragua y el gigante asiático dice no estar muy al tanto, su optimismo se basa en lo que ha podido constatar desde su propia experiencia personal.
“¿Usted ha visto alguna mejora en estos últimos 6 meses?”, le preguntamos:
“Fíjese que yo volví a vender aquí en eso de noviembre y sorpresivamente, la gente andaba comprando. El turismo ha regresado, en menos proporción que antes, pero sí se está vendiendo. El turismo está viniendo, está comprando, y vamos a ver qué inyecta. Aunque no me compren a mí pero le compran al vendedor de al lado y así hay movimiento de capital”, explica.