Avaros se aprovechan de la gran necesidad de los pobres

Submitted bytortilla onMié, 14/10/2015 - 14:23

Tortilla con Sal, 14 de octubre 2015

La falta de vivienda en nuestro país es uno de los grandes problemas que enfrentan muchas familias humildes de escasos recursos económicos. Pese a que el actual Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional del Presidente Comandante Daniel Ortega ha ejecutado programas de vivienda social, en nuestro país la demanda es demasiado grande para el gobierno a resolver. Por ese motivo, la vivienda y la propiedad es un tema capaz de provocar agudos conflictos e inseguridad debido a la necesidad de la gente.

Como se ha visto en diferentes casos, más recientemente en la región del Caribe Norte, la necesidad y la desesperación provoca también las correspondientes oportunidades para la avaricia y la manipulación desleal. Se dice que el gran novelista francés Honoré de Balzac comentó una vez “detrás de cada gran fortuna se esconde un gran crimen”. Balzac escribía en un tiempo de mucha volatilidad política y social, cuando Francia estaba recuperando de un largo período de guerra y volátil cambio de regímenes. No es descabellado hacer la comparación entre la Francia de aquel período y la Nicaragua de los últimos treinta años.

Tampoco es irrelevante notar que aun en los países ricos como los Estados Unidos, un país con un sistema judicial supuestamente avanzado y sofisticado, la manipulación corrupta y desleal de las hipotecas y la titulación contribuyó de manera importante al colapso del sistema financiero internacional en 2007 y 2008. El mismo fenómeno también ha impedido una sana recuperación del mercado de vivienda estadounidense desde aquel entonces hasta la fecha. Desde luego, no es de sorprenderse que en Nicaragua existe toda una industria de negocios basada en la manipulación de todo relacionado con la compra y venta de la propiedad.

El caso de la comunicadora Maryolitt del Transito Arostegui Hurtado es típico de como las empresas que negocian o quizás mejor dicho trafiquen las propiedades aprovechan de las personas vulnerables, de escasos recursos, especialmente las mujeres y las personas enfermas. Hace once años, Maryolitt adquirió un lote de terreno de un cuarto de manzana, ubicado en Managua sobre la Pista Sub Urbana, en el Barrio San Judas. Por ello, ella pagó la suma de tres mil dólares al apoderado especial en representación de la Empresa Desarrollos ALFA S.A, en ese entonces el señor Américo González Rivas. Maryolitt recuerda, “Yo solo quería tener un lugar seguro donde vivir, pero esto me ha salido caro”.

La compañera Arostegui Hurtado denuncia que desde hace cinco meses ella está enfrentando una demanda judicial por supuesta falsedad civil que la promueve el señor José Dolores Reyes, el nuevo representante de Desarrollos ALFA S.A. O sea, la misma empresa que le vendió el terreno hace once años ahora le está presionando a Maryolitt por la via penal en un intento de recuperar lo que ahora es una propiedad de un valor mucho mayor que hace once años, por motivo de su ubicación.

Maryolitt afirma que ella se ha visto afectada de salud por dicha acusación, “Ya no aguanto la presión de estos señores porque me amenazan con mandarme a la cárcel sino desalojo la propiedad, aduciendo falsedad civil en la escritura y yo lo hice todo legal, de buena fe y con mucho esfuerzo ahorré ese dinero”. Ella asegura tener la escritura de dicho lote debidamente certificada por la notaria Alma Leony González Rivas. A pesar de esto, Desarrollos ALFA S.A. ha interpuesto una demanda por la vía penal contra Maryolitt en el Juzgado Séptimo Local de lo Penal de la Circunscripción Managua.

En todo caso, la acusación parece ser más una medida de presión que un procedimiento legal bien fundamentado, porque la compañera Arostegui Hurtado recibió el documento legal del terreno de buena fe. El documento le da dominio del lote en cuestión y ese dominio ella ha ejercido por más de diez años de manera pacífica, pública e ininterrrumpida. Bajo esas condiciones una acusación de usurpación sencillamente no cabe.

Sin embargo, la demanda sí demuestra la relación desigual de Maryolitt en su condición de mujer frente a la empresa qu ella hostiga. Una mujer sola, como Maryolitt, sin apoyo económico, se encuentra en una situación de mayor vulnerabilidad frente a una empresa de hombres como Desarrollos ALFA S.A. Ellos la acosan y la presionan con el objetivo de despojarla del único bien que le garantiza un espacio para la vida. El caso es otra ilustración más, en vivo, que confirma las injustas relaciones asimétricas del poder entre los hombres y las mujeres.

Por otro lado, un aspecto extraño del caso es que la empresa Desarrollos ALFA S.A., a la vez que procede por la via penal en lo que más bien corresponde a un procedimiento civil, ha ofrecido a Maryolitt Arostegui Hurtado otro terreno en un barrio muy remoto, en las afueras de Managua, en cambio por el terreno que intentan recuperar de ella en la Pista Sub Urbana. Esto implica que Desarrollos ALFA S.A., a pesar de reconocer el derecho de Maryolitt, ocupa el proceso penal como parte de un hostigamiento para lograr su objetivo contra una persona enferma y de escasos recursos.

Otro aspecto interesante de este caso es que la compañera Arostegui Hurtado alega que un representante de ALFA S.A. la ha intimidado verbalmente, diciendo que la empresa está respaldada por personas importantes del gobierno y que ella debe de ceder su propiedad para no sufrir represión de parte de esas personas. Si no es un malentendido, este tipo de hostigamiento psicológica demuestra una total falta de ética. Karl Marx y sus contemporáneos entre los economistas clásicos tenía un término para este tipo de proceder, lo llamaban “la acumulación primitiva” de la riqueza. Hoy, como en aquel entonces, se hace al estilo comentado tan agudamente por el novelista Balzac.

En este contexto, otro comentario de Balzac también es relevante de manera universal, no solo a Nicaragua, “el derecho es como una telaraña, los grandes insectos vuelan de por medio sin problema, solo los pequeños se atrapan.” El caso de Maryolitt indicará si la justicia en Nicaragua está al lado de los grandes o de los pequeños. Pero más allá del caso particular, hay un aspecto más amplio muy relevante. El caso confirma la persistencia de una especie de mafia financiera que no contribuye nada al desarrollo productivo del país, promovido con tanto éxito por nuestro gobierno.

Las y los participantes de las redes del tráfico de propiedades añaden a sus existentes prácticas abusivas los pésimos hábitos del corrupto capitalismo financiero occidental. Es una mezcla de elementos destructivos que atrasan la democratización inclusiva de la economía de Nicaragua promovida por el gobierno del Presidente Comandante Daniel. Sus maniobras desleales provocan mucha inestabilidad social y así impiden el desarrollo productivo de la economía del país. Por este mismo motivo económico patriótico también, aparte del aspecto moral y ético, es importante acabar con los perniciosos y contraproducentes conflictos de la propiedad promovidos solamente por la especulación y la avaricia.