Alejandro Rodríguez Alvarado, Revista Correo, 16 de Diciembre 2009
(Alejandro (qepd) fue Director Ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales - INETER)
En las ciencias se acostumbra definir los términos que se van a utilizar para evitar confusiones en la interpretación de los mismos. Dos definiciones muy importantes para el tema del cambio climático son el tiempo (desde el punto de vista meteorológico) y el clima.
El tiempo es el conjunto de condiciones meteorológicas (viento, lluvia, nieve, brillo solar, temperatura, presión atmosférica, etc.) en un sitio y momento particular. El tiempo varía de un momento a otro. Puede amanecer soleado y más tarde nublarse y llover.
Por el contrario el clima es más estable, los valores que caracterizan al clima son valores promedios de muchos años de observaciones.
Cuando se habla del clima se está hablando de las características globales a largo plazo del tiempo experimentado en un lugar.
Pero la protagonista de toda esta historia es la atmósfera, la cual es una capa gaseosa que determina el comportamiento del tiempo y del clima. Uno de sus propósitos es el de regulador térmico, es decir, mantener una cierta temperatura estable sobre la superficie de los océanos y de la parte sólida de la Tierra. Esto ha sido así durante millones de años.
La composición de la atmósfera permite el paso de los rayos del sol que calientan la Tierra y que sirven como motor del ciclo hidrológico, con lo cual permiten la vida en el planeta (plantas, animales, etc.). Pero posteriormente, la Tierra se enfría, es decir, libera calor, y una parte de este calor es reflejado por las capas superiores de la atmósfera. Este calor se almacena en la misma atmósfera, en los océanos y en la tierra sólida, y otra parte del calor escapa al espacio. El proceso determina las temperaturas medias en diferentes latitudes y en diferentes estaciones.
Durante muchísimos años, estas temperaturas han sido estables. En otras palabras, las variaciones han sido muy pequeñas y oscilan alrededor de valores que se mantienen casi constantes en un sitio dado y en una estación determinada.
Todo iba bien mientras no se modificara la composición básica de la atmósfera. Desafortunadamente, con la revolución industrial se empezaron a lanzar a la atmósfera ciertos gases en tales cantidades que cambiaron las proporciones originales de los gases que componen la atmósfera, y además, se lanzaron gases ajenos a la composición original de la misma y que tienen ciertas características que han traído consecuencias negativas para nuestro planeta.
¿En qué consisten estas características especiales?
Pues bien, sucede que estos gases tienen mayor capacidad de retener el calor que emite la tierra, es decir, menos calor se escapa al espacio y más calor queda atrapado en la atmósfera, ahora modificada por la presencia de estos gases.
Como puede verse, los gases transforman a la atmósfera en un invernadero. Los invernaderos permiten la entrada de los rayos solares para calentar y permitir el crecimiento de las plantas cultivadas dentro del mismo, pero retiene el calor emitido de forma tal que aún en las estaciones frías, los invernaderos mantienen una temperatura que hace posible el crecimiento de plantas que de otra forma no podrían desarrollarse. Por esta razón a estos gases se les denomina gases de efecto invernadero (GEI).
Los principales gases de efecto invernadero son:
- Vapor de agua
- Dióxido de Carbono (CO2)
- Metano (CH4)
- Óxido Nitroso (N2O)
- Otros
El Dióxido de Carbono es uno de los más dañinos y es emitido por la combustión de los combustibles fósiles. Reducir la emisión del Dióxido de Carbono es actualmente una de las grandes preocupaciones de la humanidad.
Ahora bien, cuando suministramos calor a un cuerpo, la temperatura de este cuerpo sube, y esto es lo que ha venido sucediendo con la Tierra. El calor que queda atrapado en la atmósfera, en los océanos y en la superficie sólida de la Tierra, tiene como consecuencia un incremento de la temperatura, es decir, la atmósfera, los océanos y aún la parte sólida del planeta se están calentando, en resumen: la Tierra se está calentando.
A este fenómeno se ha dado en llamarle el calentamiento global. Cuando se habla de este calentamiento, se habla de la temperatura media o promedio, porque la temperatura en cualquier sitio es variable, pero en condiciones normales, estas variaciones ocurren alrededor de la temperatura promedio. Sin embargo, cuando esta temperatura promedio empieza a variar, algo anormal está sucediendo.
En efecto, los meteorólogos de muchos países empezaron a observar que la temperatura media se elevaba paulatinamente, y el fenómeno fue motivo de discusión en el seno de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), órgano especializado de las Naciones
Unidas. Estas variaciones son muy difíciles de
percibir ya que son sumamente pequeñas y se requieren muchos años de observación para que la variación sea percibida.
La primera alerta fue dada en la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima, en Ginebra, Suiza, en 1979, pero no fue sino a principios de 1988 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declara al cambio climático como “una preocupación común de
la humanidad” y crea el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, mejor conocido como IPCC por sus siglas en inglés. Cuatro años más tarde, en 1992, en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, se crea la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Inicialmente se pensaba que los efectos del cambio climático se estarían observando dentro de varias décadas, pero algunas previsiones de la NASA estiman que, si las cosas siguen como hasta ahora, a fines del verano de 2013 no habría casi hielo en el Ártico. Esta Convención ha definido el fenómeno como el cambio que puede ser atribuido “directa o indirectamente a actividades humanas que alteran la composición de la atmósfera mundial, y que viene a añadirse a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables” .
Como puede verse, ya es mundialmente aceptado que el cambio climático, tal y como lo percibimos actualmente, es causado por las actividades humanas, particularmente por el consumo intensivo de combustibles fósiles.
¿Qué hacer?
Antes de proceder con las recomendaciones emanadas de los estudios realizados por los expertos, especialmente los miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, veamos cuales son las consecuencias del calentamiento global y su derivado el cambio climático.
Gracias a los estudios geológicos, sabemos que la temperatura de la Tierra ha cambiado en el pasado. Una de las principales causas de estos cambios son las erupciones volcánicas, cuando millones de toneladas de arena y ceniza son lanzadas a la atmósfera obstaculizando la penetración de los rayos solares.
El problema que se presenta actualmente es que los cambios de temperatura se están dando muy rápidamente. El Cuarto Informe de Evaluación del IPCC afirma que el calentamiento es inequívoco, que la temperatura de la atmósfera y de los océanos es la más alta que se ha tenido en los últimos quinientos años y probablemente en el último milenio.
Cabe mencionar que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera es la más alta que se ha tenido en los últimos 500,000 años, habiendo aumentado esta concentración en un 70% entre 1970 y 2004. Detener este aumento en la concentración de estos gases es una tarea prioritaria para la humanidad.
¿Qué se espera para el futuro? Para estimar lo que se espera para el futuro los expertos utilizan modelos numéricos que les permiten estimar lo que podría suceder dentro de algunos años. Los expertos del IPCC han hecho lo suyo y sus predicciones para el año
2100 son las siguientes:
* El calentamiento global promedio de la superficie aumentará de 1.1 a 6.4 ºC.
* El nivel del mar subirá entre 18 y 59 centímetros.
* Los océanos serán más ácidos (lo que está afectando los bancos de corales).
* Es muy probable que eventos de calor extremo, de ondas de calor y de fuertes precipitaciones pluviales sean más frecuentes.
* Es muy probable que habrá más precipitaciones en las altas latitudes y es muy probable que habrá menos precipitaciones en la mayor parte de áreas subtropicales. Nuevamente los países pequeños en las bajas latitudes, los que no originaron el problema, sufren más las consecuencias del cambio climático.
* Es muy probable que los ciclones tropicales sean más intensos, con mayores velocidades picos y más fuertes precipitaciones asociadas con el incremento actual de la temperatura de la superficie del mar tropical.
En lo que concierne a Nicaragua, es importante resaltar este último tema. En efecto, los huracanes toman energía de los océanos, pero requieren cierta temperatura para que esto sea posible, con el calentamiento de los océanos, las condiciones serán propicias para la formación de huracanes y por consiguiente serán más frecuentes y más intensos, lo que producirá daños considerables a los países que tradicionalmente son afectados por estos fenómenos atmosféricos.
Otro fenómeno que podría afectar considerablemente a Nicaragua es la fusión de los hielos polares ya que esta fusión hará subir el nivel de los océanos. En el caso de la Costa
Caribe de Nicaragua, el nivel sobre el nivel del mar de la planicie caribeña es muy bajo por lo que un incremento en el nivel del mar inundaría amplias zonas de la zona costera. Algunos análisis realizados por expertos nacionales señalan que el mar podría penetrar según ciertos escenarios hasta 2 Km.
El Cuarto Informe de Evaluación del Grupo de Trabajo II del IPCC: “Impacto, Adaptación y Vulnerabilidad” describe los posibles efectos en sectores claves, a saber:
Agua: Las áreas afectadas por sequías se ampliarán. Los eventos de fuertes precipitaciones muy probablemente serán más frecuentes lo que aumentará el riesgo de inundaciones. En la mitad del siglo, la disponibilidad de agua muy probablemente decrecerá en las latitudes medias, en los trópicos secos y en otras regiones en las que la fusión de las nieves de las montañas les suple de agua. Más de un sexto de la población del mundo depende actualmente del agua proveniente de la fusión de las nieves de las montañas
Alimentos: Mientras que algunas áreas de latitudes medias y altas se beneficiarán inicialmente de una mayor producción agrícola, para muchas otras de bajas latitudes, especialmente en regiones estacionalmente secas y tropicales, el incremento de la temperatura y la frecuencia de sequías y de inundaciones es muy probable que afecten las cosechas negativamente, lo que aumentaría el número de personas en riesgo de hambruna y un mayor nivel de desplazamiento y migración. La seguridad alimentaria se vería negativamente afectada.
Industria, asentamiento y sociedad:
Las industrias, asentamientos y sociedades más vulnerables son generalmente aquellas localizadas en áreas costeras y en planicies inundables de los ríos, y aquellas cuyas economías están fuertemente vinculadas con
recursos sensibles al clima. Esto se aplica particularmente a lugares que ya son proclives a eventos atmosféricos extremos, y especialmente áreas con rápida urbanización en curso. Donde los eventos atmosféricos extremos devienen más intensos o más frecuentes, los costos económicos y sociales de esos eventos se incrementan.
Salud: El cambio proyectado en el clima es probable que altere la salud de millones de personas, incluyendo un incremento de decesos, enfermedades y daños debido a las ondas de calor, inundaciones, tormentas, incendios y sequías. La desnutrición se incrementará, y las enfermedades diarreicas y la malaria en algunas áreas incrementarán la vulnerabilidad.
Los países están discutiendo la mejor forma de enfrentar el problema de cambio climático, primordialmente en la marco de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
En primer lugar, se trata de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, lo que en el lenguaje de los expertos que se ocupan del cambio climático, denominan mitigación. Aquí surge el primer problema, porque reducir la emisión de gases de efecto invernadero para los países altamente industrializados y con altísimos consumos de combustibles fósiles implica llevar a cabo cambios radicales en su infraestructura industrial, de transporte, de generación de energía, etc. Lo que implica enormes costos que no están muy dispuestos a asumir. Para los países pequeños, cuyas emisiones son despreciables comparadas con las emisiones de los países industrializados, la mitigación no es la principal preocupación.
Por ejemplo, los Estados Unidos aportan 50,795 millones de toneladas de CO2, China 15,715, Japón 8,504, México 2,118, Brasil 1,557, mientras que Nicaragua, aporta menos de 100, 500 veces menos que los norteamericanos. Se producen situaciones particulares con los países de economías emergentes, porque sus gobiernos argumentan que las economías de los países ahora industrializados crecieron gracias al uso de combustibles que causaron el daño que hoy sufrimos, pero que ahora pretenden restringir el uso de estos combustibles, lo que de alguna manera reduce el ritmo de crecimiento económico.
Por otra parte, la emisión de gases de efecto invernadero que se ha venido haciendo desde hace decenas de años ya ha cambiado el clima, pero peor aún, la emisión de gases va a continuar aún un buen tiempo, dado que, como ya hemos visto, no es tan sencillo realizar todos los cambios que se requieren para detener las emisiones. Los gases que se emitan ahora estarán presentes en la atmósfera durante muchos años, decenas de años o más. Por consiguiente, no queda otra alternativa que aprender a vivir bajo estas nuevas condiciones climáticas. A esto se le ha denominado adaptación.
El IPCC define la mitigación como “una intervención antropogénica para reducir el forzamiento antropogénico del sistema climático; incluye estrategias para reducir las fuentes y emisiones de gases de efecto invernadero y potenciar los sumideros de estos mismos gases”.
Se deberán tomar acciones de mitigación en:
- El transporte
- El diseño de nuevos edificios
- La industria
- La agricultura
- La silvicultura
- El tratamiento de desechos líquidos y sólidos.
El mismo IPCC define la adaptación como
“el ajuste en los sistemas naturales o humanos en respuesta a estímulos climáticos reales o previstos o a sus efectos, que mitigan daños o se aprovechan de oportunidades beneficiosas”.
En materia de adaptación se deberán tomar medidas en:
- Agua
- Agricultura
- Infraestructura
- Salud humana
En Nicaragua, según análisis realizados por técnicos de MARENA y de INETER, las principales consecuencias podrían ser las siguientes en los diferentes regímenes climáticos que predominan en las distintas regiones del país:
Incremento de la temperatura
1. En todas las estaciones los datos de temperatura mínima absoluta mostraron incrementos, entre décadas extremas, que varían de 0.2ºC a 1.6ºC. Aumentos similares presentaron las temperaturas máximas absolutas, con excepción de Chinandega y Masatepe que mostraron descensos del orden de -0.3ºC y -0.8ºC, respectivamente.
2. Las mejores estimaciones del aumento mundial de la temperatura del aire, de 1861 a 1989 presentan un rango de +0.3ºC a +0.6ºC (OMM y el Calentamiento Global, 1990). En este rango de magnitudes se ubican la mayoría de los incrementos encontrados en los valores mensuales de temperatura para las diferentes regiones del país; por lo que los análisis son bastante consistentes con esos resultados.
GUERRERO (2003) INETER.
Disminución de las precipitaciones:
1. Las precipitaciones disminuyen de manera relativamente significativa, pues al calcular la diferencia porcentual entre inicios del siglo XX, en estos últimos 30 años, se encuentra una diferencia de -10% en el Ingenio San Antonio, y de -6% en Granada. La reducción es notable, pero limitada.
2. Se ha hecho un análisis sumario de correlación entre el Índice de Oscilación del Sur
(SOI) y las precipitaciones en estas dos estaciones. Este índice está en función de la diferencia de temperatura superficial del mar y de la presión atmosférica entre las partes este y oeste del océano Pacífico, y es una medida del fenómeno del Niño (valores negativos para eventos del Niño y valores positivos para eventos de la Niña). Se encontró que existe una correlación de 0.38 y 0.29 entre SOI y las precipitaciones en el Ingenio San Antonio y en Granada, respectivamente.
Por lo tanto, se puede afirmar que existe claramente una relación entre estos eventos y la precipitación medida en estas dos estaciones. (Guerrero, 2003) INETER).
Otras consecuencias serían:
1. Disminución drástica de la producción de granos básicos que afectarían la seguridad alimentaria del país.
2. Pérdida significativa de la diversidad biológica y del recurso forestal.
3. Alteraciones drásticas en el Ciclo Hidrológico del Agua, que pondrían en riesgo el abastecimiento de agua para cualquier tipo de uso.
4. Degradación de los suelos que afectarían las posibilidades de otras alternativas de producción.
5. Inundaciones en las zonas costeras bajas, que afectarían los humedales, esteros y la riqueza de los recursos hidrobiológicos (camarones, conchas, ostras, etc).
6. Inundaciones en Asentamientos Humanos con deficiente red de drenaje pluvial.
7. Alto impacto negativo sobre las lagunas
cratéricas.
8. Es muy probable la aparición de deslizamientos parciales de masas de tierra en la parte alta de algunas cuencas muy erosionadas, sobre todo en aquellas zonas de mayor pendiente.
9. La temperatura es probable que aumente el calor afectando la salud de las personas y un potencial incremento vectores que propagan enfermedades. El aumento de la temperatura puede ocasionar aumento de la erosión y la pérdida de suelos agrícolas. El aumento del calor también incrementa el consumo de energía y aumenta el riesgo de incendios.
10. Es muy probable que aumente el nivel de mar, sobre todo en la Costa Caribe, pudiendo registrarse penetraciones del mar de hasta 2 Km. en los puntos más bajos.
11. En el pacífico el mar penetrará por algunos esteros en la Región de Occidente.
12. Debido a la elevación del mar las condiciones ambientales del Río San Juan pueden variar significativamente.
13. Es muy probable el aumento en intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, sobre todo en la
Costa Atlántica.
14. El cambio climático puede beneficiar el clima local de algunas zonas
Conclusiones
El Cuarto Informe del IPCC establece de manera incuestionable que la Tierra se está calentando. La principal causa de este calentamiento es la emisión de gases de efecto invernadero. Han sido los países altamente industrializados los que han emitido los mayores volúmenes de gases efecto invernadero.
Los países con menor grado de desarrollo sufrirán las consecuencias de un fenómeno que no han ocasionado. Urge llegar a acuerdos entre las naciones para enfrentar el problema con más posibilidades de éxito, y para que los que asuman los costos de las medidas de mitigación y adaptación sean los que causaron el problema.
Es urgente diseñar una estrategia nacional para dotar a la población de la información y herramientas necesarias para tomar las medidas de mitigación y adaptación adecuadas. El Gobierno ya ha tomado cartas en el asunto y se ha estado trabajando en ese sentido.